Y con este episodio terminamos un bloque importante de la novela. Al día siguiente del desgraciado incidente de Sant Joan y del azaroso "encuentro" en el hospital de Daniel con una chica en silla de ruedas que parecía ser Mireia (la chica del trueque), Mar se va con Ramiro a pasar unos días a la montaña de Montserrat, donde tiene una pequeña cabaña propiedad de sus padres. Es algo que Mar, según le cuenta Ramiro, suele hacer un par de veces al año para descargarse de las malas energías de la gran ciudad. Esto le permite a Daniel quedarse solo en el piso por primera vez unos días, ya que también se llevan al chihuahua. Tras la comida se marchan, y Daniel, al no saber muy bien que hacer esa tarde al ser domingo y no tener que ir a trabajar, decide acercarse hasta el Hospital del Mar y hacer una visita al mendigo para preguntar por su estado de salud, pensando también que no tendría a nadie que se preocupara por él y que al mismo tiempo estaría muy preocupado por su perrita, de la cual seguro que no sabía nada desde la noche anterior. Además, alguien tendría que darle la desagradable noticia de su fallecimiento a manos de aquella pandilla de indeseables, y era obvio que el marrón le había tocado a él. Era eso o dejar a aquel hombre sin nombre conocido en vilo, aún siendo algo terrible, tenía que saberlo.
CONVERSACIONES CON UN MENDIGO Enrique y Estrella
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En la imagen: Zona de la playa, muy cercana al Hospital del Mar (Barcelona).