Pues nada, ahí sigo realizando pruebas médicas, tras las últimas resonancias (cerebral y lumbar) de hace unas semanas. Lo mejor es que ya tengo una fotografía de mi cerebro, así que aquel que me pregunte como soy por dentro, solo tengo que enseñársela. Mañana tengo que realizarme una electromiografía, al parecer te introducen unas agujitas en el cuello y luego te dan unas descargas eléctricas. Con ello se puede apreciar la actividad eléctrica del sistema nervioso, por si existiera alguna compresión de un nervio en la médula o en cualquier otra parte. Cosas así. Por otro lado, a primera hora de mañana también tengo que realizarme una una analítica más exhaustiva (no una normal que ya me realicé tiempo atrás junto a exámenes de orina), para determinar desde tiroides, herpes o distintos virus que pudieran haber invadido mi sistema nervioso, o incluso que padeciera alguna enfermedad autoinmune. A ver si definitivamente dan con lo que tengo, porque ya estoy cansado, física y mentalmente, sin poder llevar una vida mínimamente decente, y con todos las limitaciones y padecimientos que conlleva, aparte del factor estrés y ansiedad. El ánimo termina por los suelos, para que engañarnos.
De todas formas, en las últimas semanas, aunque no puedo escribir todo lo que me gustaría ni mucho menos, he podido correguir poco a poco Agelasto, y darle un tercer episodio, con lo que la novela queda cerrada en 200 páginas (cerca de 60 mil palabras), y he realizado unas impresiones a un tamaño mayor y con un diseño de portada que creo más adecuado. Evidente el pesimismo de la historia no deja de ser un reflejo del momento en el que la he escrito y mi estado de salud. Supongo inevitable. La historia, que puedo calificar como de novela existencialista de ciencia ficción, con toques de terror y algunas escenas realmente perturbadoras, veremos hacia donde va, y si tiene salida editorial.
Sobre La sonrisa de Klara, en este momento está siendo valorada por un escritor y un periodista bastante veteranos, ambos con una gran trayectoria profesional (el primero ha publicado varias novelas y cuentos, el segundo ha sido director de un periódico durante más de veinte años). Veremos que me cuentan, y luego que se puede hacer con ella. He estado, estas semanas también, realizando una reescritura y correción de algunas escenas del principio de la novela que no me terminaban de convencer, no cambiando nada de la historia sino añadiendo o mejorando algunas cosas que habían quedado mal o no estaban completas o bien explicadas, sobre todo dentro de cierta crítica social que encierran.
Por último, aquí unas imágenes de las impresiones de muestra de Agelasto en esta versión, para un par de amigos que las lean y me digan un poco que les parece. Y de momento esto es todo por hoy. Saludos y salud para todos.