domingo, 30 de diciembre de 2018

Finalizando 2018 . 


jueves, 27 de diciembre de 2018

Haciendo humor gráfico


martes, 25 de diciembre de 2018

Pues nada , que Feliz Navidad a todos . Hoy en la comida navideña familiar me he encontrado con una sorpresa que no esperaba , un regalo de cumpleaños de mi hermana mayor y mi cuñado , y ni más ni menos que la última novela de Stephen King , El Visitante, de este año 2018 .  


lunes, 24 de diciembre de 2018

 Durante esta tarde pre-navideña : va cogiendo forma y sustancia la imagen .  


domingo, 23 de diciembre de 2018

Últimos coletazos de 2018, y comenzando la cuenta atrás  . Pues nada, superado el rebelde resfríado y entrando en vísperas navideñas ensuciándome un poco las manos con esta sencillita portada gráfica de humor ( así muy naíf  ) .   


miércoles, 19 de diciembre de 2018

Entintando. Me ha visitado, puntualmente como casi siempre durante el mes de diciembre, un super-resfríado de no te menees ; no obstante, lo voy salvando con clinex a puntapala al tiempo que entinto  .  


domingo, 16 de diciembre de 2018

Domingo : De vuelta a la mesa de dibujo .  Aquí podéis observar una viñeta en la que estoy trabajando un poco el movimiento y la acción . 


sábado, 15 de diciembre de 2018

Henry Miller . Big sur y las naranjas del Bosco . Ayer sábado. hace un ratito,  fue mi cumpleaños . Y por primera vez en bastante tiempo decidí  darme el lujo de hacerme un auto regalo de aniversario . Especial y casi obligado. Aún pensando que tenía recopilado prácticamente todo lo grueso de Henry Miller , me quedaba esta obra , al menos como parte fundamental dentro de sus obras realmente densas  . Y fui consciente de esto hace unos pocos meses, lo cual me creó cierta ansiedad por cobrar esta pieza en algún momento . Cómo de segunda mano , en todocolección , o en las librerias de mi provincia, tanto en las convencionales como en las que que venden sus libros como contribución para ayudas a países del tercer mundo , me resultaba imposible conseguirlo, decidí que compraría este nuevo en una libreria sí o sí, por lo que finalmente decidí que sí antes no era capaz de conseguirlo de esa manera lo haría en mi cumpleaños. Aprovechando esta semana de exámenes decidí pedirla, y el viernes por la mañana me llegó, justo después del último examen . Tengo no menos de doce novelas de diversos autores esperando ser tomadas, y algún ensayo ( para bastantes meses  ) , pero esta con seguridad se pone en primer lugar dentro de mis lecturas  ; la comenzaré a leer en estos días antes de navidades, que están a la vuelta de la esquina  . Sólo el título es absolutamente fascinante.  Y para quién como servidor se ha leído casi la práctica totalidad de su obra, es directamente más, mucho más .

Big Sur y Las Naranjas del Bosco   :

Después de recorrer todo Estados Unidos a principios de la década de 1940, un viaje que recogería en su libro Pesadilla de aire acondicionado, Henry Miller se instaló definitivamente en California en 1942. Tras varios traslados, en 1946 recaló en Big Sur, por aquel entonces poco más que unas cabañas medio ruinosas al borde de un acantilado, poblado por artistas, vagabundos y toda suerte de personajes estrafalarios que dotaban a la zona de un ambiente social muy particular que prefiguraba ya el movimiento beat y hippie. Los vastos horizontes, la soledad (frecuentemente interrumpida por visitas inesperadas a medida que su fama se iba extendiendo) y la vida con su familia y amigos resultarían una poderosa fuente de meditación e inspiración para él. En muchos aspectos, Big Sur es uno de los libros más filosóficos de Miller, un mosaico de episodios, retratos, informaciones y detalles de su vida cotidiana, unidos por el hilo conductor de la insaciable vitalidad, humor e interés por todos los aspectos de la vida que son característicos de este escritor. Así como el Bosco utilizaba en sus pinturas las naranjas para simbolizar las delicias del paraíso, Miller utiliza aquí el poder evocador de su prosa para poner de manifiesto que ha encontrado por fin su particular versión del paraíso.

" Estar solo, aunque sólo sea durante unos minutos, y comprenderlo con todo nuestro ser, es una bendición que raras veces se nos ocurre implorar. El habitante de una gran ciudad sueña con la vida en el campo como un refugio contra todo lo que lo fastidia y vuelve insoportable la vida. Sin embargo, lo que no entiende es que puede estar más solo, si lo desea, en medio de diez millones de almas que en una pequeña comunidad. Experimentar la sensación de soledad es un logro espiritual. Quien escapa de la ciudad en busca de esa experiencia puede descubrir, para desazón suya, en particular si ha llevado consigo todos los anhelos que fomenta la vida urbana, que lo único que ha logrado ha sido quedarse solo. “La soledad es para los animales salvajes o los dioses”, dijo alguien y no le faltaba razón.

Siempre estamos en dos mundos a la vez y ninguno de ellos es el de la realidad. Uno es el mundo en que creemos estar; el otro, aquel en que nos gustaría estar. De vez en cuando, como por un resquicio de la puerta —o como el miope que se queda dormido en el tren—, obtenemos una vislumbre del mundo permanente. Cuando es así, sabemos mejor de lo que ningún metafísico puede argumentar la diferencia entre lo verdadero y lo falso, lo real y lo ilusorio.


Me gustaría decir algo más, para acabar de una vez por todas con este tema. Se refiere a nuestros problemas cotidianos, principalmente el de congeniar unos con otros, que parece fundamental. Lo que digo es que, si nos relacionarnos con la idea o la conciencia de nuestra diversidad y nuestras divergencias, nunca adquiriremos conocimiento suficiente para tratarnos suave y eficazmente. Para llegar a algo con otra persona, hay que llegar hasta lo más profundo del hombre, hasta ese estrato humano común que existe en todos nosotros. No es un procedimiento difícil y, desde luego, no exige ser un psicólogo ni un adivinador del pensamiento. No hay que saber nada sobre tipos astrológicos, la complejidad de sus reacciones ante esto o lo otro. Existe una forma sencilla y directa de tratar a todos los tipos, que es la veraz y sincera. Pasamos la vida intentando evitar los agravios y humillaciones que nos infligen nuestros vecinos: una pérdida de tiempo. Si abandonáramos el miedo y el prejuicio, podríamos reunirnos con el asesino tan fácilmente como con el santo. Me desagrada el lenguaje astrológico, cuando veo a la gente estudiar su carta para ver cómo salir de la enfermedad, la pobreza, el vicio o lo que quiera que sea. Me parece un triste intento de explotar a los astros. Hablamos de la suerte como si fuera algo que se nos impone; olvidamos que creamos nuestra suerte cada día que vivimos y por suerte entiendo las penas que nos afligen, que son los simples efectos de unas causas que no son ni mucho menos tan misteriosas como afirmamos. La mayoría de los males que padecemos son atribuibles directamente a nuestro comportamiento. El hombre no sufre por los tornados y los maremotos: sufre por sus fechorías, su estupidez, su ignorancia y su desprecio de las leyes naturales.
¡Qué engañoso es creer que mediante un poco de autosacrificio se puede ayudar a otro a superar sus dificultades! ¡Qué egoísta! "
Big Sur y las naranjas de El Bosco (1960)
Henry Miller


martes, 11 de diciembre de 2018

Entintando. Esta semana estoy de exámenes , no obstante, voy subiendo cosillas  ; aquí unas viñetas de una página que estoy entintando . 


viernes, 7 de diciembre de 2018

Entintando . 


miércoles, 5 de diciembre de 2018

Entintando viñetas  ( con plumilla nueva , que ya hacía falta reemplazarla )



domingo, 2 de diciembre de 2018


LOS GATITOS CALLEJEROS. Aún no siendo un post que tenga nada que ver con lo que subo por aquí, si me siento obligado a subir este por conciencia social, por lo especial que es para mí y porque necesito hacerlo . Se trata del caso de unos cachorros de gato callejeros que aparecieron hace unas tres semanas en una zona cercana a donde vivo, más concretamente en una suerte de huerto rodeado de una arboleda y cerrado por los cuatro lados por una valla metálica que se encuentra localizado en la entrada de un colegio público . Un día casualmente pasaba por allí y dí con ellos. Desde ese momento no pude dejar de pensar en la manera en que podría ayudarlos. Se encontraban solos y eran realmente pequeños ( cuestión de muy pocas semanas de edad ) . Comencé a llevarlos alimentos blandos y calientes con la intención de proveerlos de sus necesidades básicas y de que no salieran fuera de ese recinto, por temor a que fueran atropellados. Posteriormente me dí cuenta que al menos otro vecino también comenzó a hacer lo mismo. No obstante salían de cuando en cuando por las pequeñas rendijas que había , y al ser los gatos animales nocturnos seguramente lo hacían a menudo. Pasados unos pocos días de su aparición, una tarde noche que llegaba a casa me tropecé , justo enfrente de la ventana de mi habitación,  casi en el centro de la calzada, un gato negro muerto atropellado. Era tal su estado que era imposible distinguirlo , pero se podía apreciar que era un gato. Me quedé petrificado, consternado ; al instante pensé que podía tratarse de uno de ellos . Subí a casa completamente abatido . Recuerdo que no pude dormir en toda la noche. Al día siguiente por la mañana pasé por allí a proporcionarles alimento y aproveche para fijarme si estaban los cuatro pequeños ( No había comentado que era cuatro, dos negros y dos grises ) . Cuando eché un vistazo había tres ; faltaba uno . Uno negro. Mis peores presagios parecían cumplirse . Llegué a la terrible conclusión que el gato atropellado era uno de ellos ( en cualquier caso era terrible fuera o no así , desde luego , pero uno ya había generado cierto vínculo con ellos y una absoluta responsabilidad hacia su suerte ). Eso me decidió sin más dilación a tomar cartas en el asunto . Así que me puse en contacto con asociaciones de gatos de la provincia para hacerles eco de la situación de indefensión y de riesgo de mortalidad de estos gatitos ante la peligrosidad de la zona y lo pequeños que eran . Fue un trabajo más arduo de lo que creí en un principio dado las circunstancias que me encontré en las asociaciones . Falta total de recursos , asociaciones vecinales sin ninguna fuente de ingresos, decenas y decenas de gatos abandonados o maltratados que se encontraban acogidos en ellas pero sin espacio para más . Estaban completamente sobrepasados de una manera inimaginable, y el mensaje que me daban era realmente pesimista. Me dí cuenta de una realidad que desconocía por no haber participado en ella . A lo más que llegué es a que me ofrecieran una jaula trampa para recogerles, a lo que dije sí obviamente . Opté entonces por hacer eco también desde mi cuenta personal de facebook para buscar adoptantes después de que fueran recogidos, lo cual para mi total sorpresa fue compartido por más de trescientas personas , entre las que contactaron conmigo algunas con la idea de adoptar . Alguna de esas personas se bajó del barco durante el proceso, pero a esa posibilidad ya me hice a la idea en un principio . Sí me quedé con la numerosa conciencia social hacia los animales callejeros , sino en una parte mayoritaria, sí en una minoría de un enorme compromiso , solidaridad, esfuerzo y padecimiento por ellos ; algunas personas que he tenido la suerte de conocer incluso llevan toda la vida haciéndolo . Desde ese momento siento una admiración indescriptible hacia estas personas . Esto contrasta en gran medida con esa otra parte negra de torturadores, de gente que los abandonan, o de una mayoría que se mantienen completamente indiferentes, entre las cuales yo podría incluirme perfectamente ; aunque siempre haya sido sensible a los animales,  no puedo decir que jamás haya hecho nada por salvar a ninguno . Las distintas polaridades de toda la vida en todos los ámbitos o áreas de esta sociedad que podemos enumerar o imaginar. Siguiendo con la historia de nuestros protagonistas, que son los gatos, finalmente y con la ayuda de Amigat, a la cual le doy las gracias infinitamente , pudimos recoger a los tres hermanitos y sacarlos de las calles. Fueron llevados a una veterinaria que colabora por puro altruismo y de forma gratuita con esta asociación , y allí fueron desparasitados y dejados a su cuidado en los primeros días. Posteriormente uno de ellos fue adoptado por la conserje del colegio donde se encontraban, otro ( el negro, que es hembra ) fue adoptado ayer sábado por una chica que tiene un perro y que colabora en una asociación de gatos , y por último, nos queda un tercero gris precioso que está aún a la espera, pero que esperamos sea adoptado muy pronto . Seguro que será así.  No obstante, en caso contrario, la persona que lo tiene acogido en este momento, una mujer también colaboradora desde hace muchos años con asociaciones felinas y que tiene bastantes gatos ya , se hará también cargo de el de manera definitiva. 

Por desgracia en esta historia de los gatitos, que he hecho mía de alguna manera,  uno de los hermanitos no tendrá ese futuro que sí tendrán esos tres , y eso para que negarlo, me deja un sabor de boca muy amargo, un desconsuelo enorme . Como también lo hace todo aquello que me han contado al respecto sobre tantos casos, que es mucho peor y es mejor no desgranar aquí .

Aún así se que debo quedarme con que esos tres pequeños tendrán un hogar y una vida fuera de las calles a partir de este momento, protegidos y cuidados por personas maravillosas y de un afán extraordinario . Estas personas precisamente son las que de alguna manera consiguen reconciliarme con una parte al menos del género humano y las que de alguna manera han hecho que escriba este post, aparte de esos pequeños . 

Lo más chocante para mí es como esas personas , tanto de asociaciones, tantos aquellas que han adoptado o se han ofrecido, me han agradecido y hecho responsable directo de haberlos salvado, cuando realmente he hecho muy poco en comparación a lo que ellos han hecho, hacen o están haciendo por ellos y por otros muchos en este momento . Son ellos los que se desviven y lo seguirán haciendo cada día de sus vidas para ayudar a animales indefensos en este tipo de tristes situaciones, llevándose a cambio en la mayoría de los casos, mucho sufrimiento ; porque la realidad es que la mayoría de las veces estas historias no tienen un final feliz, ni siquiera medio feliz . 

Supongo que en esta ocasión hemos tenido suerte. Tanto yo como tres de esos pequeños.

Es por ello quiero remarcar con este post mi admiración para todos ellos , esos héroes invisibles, y mi homenaje a los protas de la historia , esos gatitos, eso ángeles sin alas, y por extensión a todos esos otros animales que no tienen ni tendrán esa suerte , que sufren y sufrirán muchos de ellos los peores destinos ; muchos que se encuentran en las calles ahora mismo esparcidos por el mundo, o tantos otros en espera de adopción, buscando sólo un hogar cálido donde puedan ser ellos mismos y donde puedan ofrecer lo que saben, lo que son, que es amor incondicional a cambio de muy poco, y tener la posibilidad de una vida  .

En las imágenes. Dos de ellos , en el veterinario .

 




sábado, 1 de diciembre de 2018

Entramos en diciembre viñeteando  .