En
poco más de dos semanas se termina un nuevo año (y yo en cuatro
días habré sumado otro), así creo que es hora de dejar alguna
sugerencia literaria ante de cambiar de cifras. Este año he leído
bastante literatura, de todo un poco, aunque lo que más literatura
japonesa (entre quince y veinte títulos), de la cual voy a recomendar tres más, ya que si no recuerdo mal en la última reseña ya sugerí títulos como Tokio Blues (Haruki Murakami), o Klara y el sol y Nunca me abandones (ambas de Kazuo
Ishiguro). En este caso también me aproximaré a algún otro autor o autora
japonesa. Después de pensarlo un poco, me he decidido por estas cinco novelas:
La
vida ante sí (1975), Émile
Ajar. 224 páginas.
Esta
novela no la conocí hasta este año, pero le precede una fama que después de
leerla, comprendes. A mi me gustó sobre todo lo bien escrita que
está, un ritmo fluido y un personaje principal soberbio, que desprende reflexiones muy interesantes. Muy recomendable.
"Momo
(Mohamed), un niño musulmán, que cree tener diez años (en
realidad, 14), y que apenas conoció a sus padres, vive con Madame
Rosa, una anciana judía, superviviente de Auschwitz, en un sexto
piso sin ascensor del barrio de Belleville en París. Lo comparte con
otros niños, Banania, Moïse, hijos de prostitutas que pagaban a la
señora Rosa para que los mantuviera. Con el único calor de Arthur,
un muñeco-fetiche que se fabrica con un paraguas, y el de la señora
Rosa, Momo se va a volcar en el cuidado de la madame cuando ésta
empieza a deteriorarse con la vejez, y la acompañará hasta su
muerte. Junto a él otros vecinos del barrio: Monsieur Hamil, un
árabe ciego apasionado por Víctor Hugo y el Corán, Madame Lola, un
travesti senegalés, Monsieur N'Da Amédée, proxeneta de
Nigeria...mostrarán su solidaridad con Rosa y la ayudarán no solo
económicamente. Solo Nadine, y su familia, dedicada al mundo del
cine, y que acogen finalmente a Momo, no pertenecen a ese mundo."
Crónica
del pájaro que da cuerda al mundo (1994), Haruki Murakami. 912
páginas (tapa blanda).
Es
un novela muy larga, vale. Casi mil páginas pueden asustar a
cualquiera, pero creo que es la novela de tantas páginas que más a gusto he leído. Ahora estoy leyendo la Montaña mágica de
Thomas Mann por ejemplo, y eso si es una montaña que conlleva esfuerzo subir, pero leer a Murakami, no es nada de eso, Murakami te lleva flotando. Se lee fácil y es adictivo, de ahí éxito, por
algo es el autor nipon más leído e internacional, auténtico autor de culto de la
literatura universal. Onírica, entrañable, rara, diferente, puro Murakami. Muy recomendable.
"Tooru
Okada, un joven japonés que acaba de dejar voluntariamente su
trabajo en un bufete de abogados, recibe un buen día la llamada
anónima de una mujer. A partir de ese momento la vida de Tooru, que
había transcurrido por los cauces de la más absoluta normalidad,
empieza a sufrir una extraña transformación. A su alrededor van
apareciendo personajes cada vez más extraños, y la realidad, o lo
real, va degradándose hasta convertirse en algo fantasmagórico. La
percepción del mundo se vuelve mágica, los sueños son realidad y,
poco a poco, Tooru Okada deberá resolver los conflictos que, sin
sospecharlo siquiera, ha arrastrado a lo largo de toda su vida.
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo pinta una galería de
personajes tan sorprendentes como profundamente reales. El mundo
cotidiano del Japón moderno se nos aparece de pronto como algo
extrañamente familiar."
Soy
yo , Edichka (1979), Eduard Limonov. 336 páginas
Me
resultó embriagadora, electrizante, un torbellino de emociones.
Llena de lirismo y tremendamente provocadora, con un personaje
fascinante, enloquecido, gamberro, subversivo, descarado, tímido y a su vez cínico y
divagatorio, un auténtico bohemio ruso venido del otro lado del telón de
acero en mitad de la Guerra Fria a vivir el sueño americano. Allí
encontrará un mundo muy distinto al que esperaba. Absolutamente genial.
"Relato
en primera persona de un joven poeta ruso que trata de encontrar su
sitio en Manhattan, entre los claustrofóbicos circuitos de la
emigración soviética y el ajetreo alucinante de la capital del
Mundo Occidental. Un libro sobre sexo, política, más sexo, celos,
odio de clase y amor convertido casi en enfermedad. Limonov pisa
tantos callos que el libro sólo encontró editor en París, donde se
trasladó para proseguir su agitada vida, materia principal de su
literatura."
Una
cuestión personal (1964), Kenzaburo Oé. 192 páginas.
Esta es un novela incómoda, con un personaje con el que no puedes estar de
acuerdo en sus acciones en un noventa y nueve por ciento de la novela.
Kenzaburo Oé es considerado uno de los grandes de la literatura
nipona, yo he leído tres de las más conocidas que tiene y esta ha sido para a mi gusto la mejor de las tres
suyas. Al ser tan corta se
lee fácil, y creo que merece la pena echarla una lectura. Recomendable o muy recomendable.
"Una
cuestión personal,
una de las mejores y más crueles novelas de Oé, animada de una
extraña violencia interior, cuenta la terrible odisea de Bird, un
joven profesor de inglés abrumado por una cenagosa existencia
cotidiana en el Japón contemporáneo. Su anhelo secreto es redimirse
a través de un mítico viaje por África, donde, según cree, su
vida renacerá plena de sentido. Pero tales proyectos sufren un
vuelco de ciento ochenta grados: su esposa da a luz un monstruoso
bebé, condenado a una muerte inminente o, en el mejor de los casos,
a una vida de vegetal."
Kitchen
(1988), Banana Yoshimoto. 226 páginas.
Me pareció una
preciosa novela, que rezuma sensibilidad. No había leído a esta
autora, al parecer muy reconocida en su país, y que con esta novela
dio un salto cualitativo en su reconocimiento a nivel internacional.
Muy recomendable. Dividida en dos parte, contiene pasajes de una prosa realmente maravillosa. Rara y onírica. Muy recomendable.
“Cuando
se le muere la abuela, la jovencísima Mikage queda absolutamente
sola en una casa demasiado grande y se refugia en la cocina, pues
sólo en ella se siente a salvo («El lugar donde mejor se duerme es
en la nevera» confiesa). Pero un día «ocurre un milagro» :
Yuichi, «un chico simpático» llama a la puerta de Mikage y le
sugiere que vaya a vivir a su casa, con su madre Eriko. Pero esta
hermosa y acogedora mujer no es una mujer : es un hombre que pasó a
ser mujer cuando la verdadera madre de Yuichi perdió la vida. Esta
fábula, que se desarrolla entre ordenadores, electrodomésticos y
sobre todo alimentos y guisos, pero también entre sentimientos de
amor, amistad y complicidad, es en realidad una historia terrible, en
que la soledad y la aridez emocional quedan, como por «milagro»
mitigados por la inmensa sabiduría de otro mundo ancestral,
afortunadamente aún latente, aún perceptible. “