Hace ya unos dias , el día 23 de abril , se conmemoró El Dia Internacional del libro, también celebrado en Cataluña como el día de Sant Jordi , y vaya, pues que se ha pasado por primera vez en los últimos años , y no me refiero a subir nada por aquí sobre reseñas libros , sino en general que había olvidado por completo la fecha y lo que se celebraba ese día . Uno, que normalmente vive sin saber en que fecha vive, aún tiene ciertos días que mantiene a gala recordar , pero parece que mi memoria ya no da ni para eso.
En cualquier caso y más allá de este traspié imperdonable , quería aprovechar para contar algo que no he contado nunca , lo que podría llamar mi historia del día de Sant Jordi, es decir, como conocí la existencia de esa celebración , en que consistía y de que manera , muy resumidamente . Y comento esto dando por hecho que se sobreentiende que ni nací ni resido en Cataluña - aunque llegué a hacerlo años atrás posteriormente - , por lo que el día de Sant Jordi para mí hasta aquel momento era algo ya no sólo lejano sino completamente inexistente . Con ello además puedo rendir homenaje por escrito y de alguna forma a la amistad que me brindó en aquella época la persona que me lo dio a conocer, una amistad y una persona que aún hoy día echo en falta en mi vida .
Ocurrió en un ya lejano 2006 ( para los más jóvenes imagino que otro siglo ) sino me falla la memoria cuando por esas extrañas casualidades que nos da la vida a veces conocí a alguien especial con la que trabé, como no podía ser de otra manera , una amistad especial . Nos conocimos desde la distancia ( ella era de Cataluña y yo de Cantabria) de la forma más absurda que uno podría imaginar, en lo que podríamos definirlo como una explosión de casualidades improbables ( como suelen suceder estas cosas ) .
El caso es que cada noche y sin darnos cuenta muy bien como fuimos cocinando poco a poco y desde una aplicación muy conocida en su momento , el Messenger ( que ella llamaba ´Mechen´ aunque no recuerdo muy bien porque ) , lo que se convertiría en muy poco tiempo en una amistad entrañable y rara a la vez . Cada uno se sentaba al otro lado de la pantalla del ordenador , desde el lado del mundo al que pertenecía y que le aguardaba cada mañana del día siguiente ( “El otro lado de espejo” , como lo llamábamos a veces ) , y desde allí "conectábamos" : hablábamos , reíamos , escuchábamos música , compartíamos imágenes ( recuerdo especialmente la imagen de unos cachorros de gato recién nacidos que me envió una mañana por correo electrónico y alguna que otra foto de su perra , Neu , una bellísima dogo argentino a la que llegué a conocer y querer ) al tiempo que nos contábamos nuestras vidas , pasadas y presentes , compartíamos nuestros problemas más gordos y nos confesábamos entre silencios nuestro pequeño puñado de sueños personales , esos que llevábamos guardados en las alforjas desde niños y que esperábamos se cumplieran en un futuro próximo .
Y así pasaron unos meses hasta que llegó el día del libro, y al tiempo , la Diada de Sant Jordi , del cual no había oído hablar hasta que ella me lo presentó un día con aquella naturalidad envuelta en un acento distinto al que me fui acostumbrando . Me contó que en ese día de Sant Jordi en Cataluña , según la tradición y en señal de afecto , los chicos regalaban una rosa a las chicas , mientras que las chicas a cambio les regalaban un libro . Cuando lo escuché me pareció algo precioso ( no había nada similar en mi tierra ) , así que no recuerdo como , pero decidimos que haríamos algo parecido entre nosotros , sólo que con un ligero cambio : en vez de rosas y libros, nos regalaríamos un libro cada uno , con el que sellábamos nuestra reciente y especial amistad ( creo que incluso barajamos que ella me enviara una rosa a mi en plan coña, de lo cual creo que nos reímos mucho ) .
Así que justo unos días antes de la fecha - para que llegara a tiempo - , me envió un libro por correo postal ( creo que se trató de uno del divulgador Eduard Punset, del cual le había hablado que me gustaba ) y al mismo tiempo yo hice lo mismo ( aunque no logro recordar cual fue el que la regalé ) . Pasó el fin de semana y me llegó el paquete a casa , que abrí con cuidado pero con gran emoción , como si hubieran venido los Reyes Magos ( y seguro que ella sintió más o menos lo mismo ).
La consecuencia de todo ello es que desde aquel momento para mí El día del Libro , ese día 23 de abril de todos los años , se convirtió en el Día del Libro , pero de una manera mucho más especial .
Años después , muchos años después, un día indagué un poco más sobre el origen del día de Sant Jordi, que más o menos viene a decir así :
“ Según cuenta la leyenda un santo de nombre Sant Jordi salvó a los catalanes de un dragón terrible que arrasaba con sus casas y sus cosechas . Cuando el dragón estaba a punto de devorar a una princesa Sant Jordi le plantó cara valientemente . Tras la victoria la sangre derramada de la bestia formó una rosa y la princesa agradecida escribió unos versos para loar a su salvador , de ahí la tradición de regalar el 23 de abril una rosa y un libro a las personas que queremos . “
En cualquier caso, y más allá de las vivencias personales de cada uno , que todos poseemos las nuestras , quería dejar por aquí alguna sugerencia literaria , en este caso tres novelas que corresponden a algunas de mis últimas lecturas :
´Desgracia´ ( 1999 ) , galardonada con el premio Booker . J. M .Coetzee . En su edición de bolsillo tiene 272 páginas ( todas las novelas que voy a sugerir en esta ocasión son bastante cortitas , esta es la más larga de las tres . )
Desgracia es una novela del sudafricano y premio Nobel en 2003 J.M. Coetzee , al que “conocí” el año pasado , y del cual me he leído unas cinco o seis novelas .
Me resultó una historia bastante dura , en cuanto al argumento , sobreo todo los sucesos que se prestan en ella más o menos a mitad de la novela . El principio no apunta en ningún momento lo que va a suceder , así que cuando sucede lo que sucede te deja aturdido y conmocionado, pero mejor no dejar más pistas . Creo sin equivocarme que es una de sus mejores novelas , al menos de las que yo he leído ( y por leer he leído las que son únanimemente reconocidas como sus mejores obras , aunque eso no siempre sea una fórmula exacta ni muchísimo menos . ) .
Sinopsis :
“Una historia profunda, extraordinaria, que por momentos atenaza el corazón, y siempre, hasta el final, subyugante.”
A los cincuenta y dos años, David Lurie tiene poco de lo que enorgullecerse. Con dos divorcios a sus espaldas, apaciguar el deseo es su única aspiración; sus clases en la universidad son un mero trámite para el y para los estudiantes. Cuando se destapa su relación con una alumna, David, en un acto de soberbia, preferirá renunciar a su puesto antes que disculparse en público. Rechazado por todos, abandona Ciudad del Cabo y va a visitar la granja de su hija Lucy. Allí, David verá hacerse añicos todas sus creencias en una tarde de violencia implacable.
Desgracia, que obtuvo el prestigioso premio Booker, es una historia profunda y extraordinaria que no dejará indiferente al lector.
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La hora de la Estrella ( 1977 ). Clarice Lispector . 88 páginas.
La hora del estrella es una novela muy pero que muy cortita que se lee de una sentada ( en uno o dos ratitos de tranquilidad la coges y te la ventilas en unas horas ) . Su autora es Clarice Lispector, brasileña de origen ruso ya fallecida , con gran fama en algunos círculos literarios . Ahora mismo no recuerdo como llegué a ella . Recomendable para aquellos que les gusten las novelas intimistas, preñadas de digresiones espontáneas , la novela narra la historia de Macabea , una muchacha procedente del noreste de Brasil que se muda a Río de Janeiro, sin ser consciente de su aparente infelicidad .
La propia Clarice resume así la esencia de su novela :
“ Es la historia de una inocencia herida, de una miseria anónima, sobre una muchacha que no sabía que ella era lo que era y que por ello no se sentía infeliz.”
Clarice Lispector
Sinopsis :
Esta es la historia de una inocencia herida, de una miseria anónima, una breve e intensa visión del absurdo que supone una existencia anodina, una rutina vacía tanto de pensamientos como de afectos, como la de la insignificante y escuálida joven del Noreste permanentemente anonadada, una muchacha que no sabía que ella era lo que era y que por ello no se sentía infeliz. En las páginas de La hora de la estrella aparece con toda su fuerza el personalísimo estilo de Clarice Lispector: su peculiar forma de transformar las palabras en imágenes vigorosas y puras se une aquí a una compleja estructura formal.
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De que hablo cuando hablo de correr . Haruki Murakami . 2007 .175 páginas .
Y por último y no menos importante ( es además lo último que he leido , la terminé anoche , así que aún está fresca en mi memoria ) , tenemos ésta “ De que hablo cuando hablo de correr “ de Murakami , el famosísimo novelista japonés , del cual tampoco había leído nada hasta este pasado 2020 , durante el confinamiento por Covid .
Este título tan curioso en primera instancia , como ése otro también suyo que me leí el año pasado, el delicioso, “De que hablo cuando hablo de escribir” , es de carácter biógráfico . Aquel fue mi primera visita , un poco refilón, al mundo de Murakami. Aún sin pertenecer ni éste ni aquel al género de novela especifícamente ( algo que resolveré muy pronto, ya que este libro sumado al otro me han convencido para adentrarme definitivamente en su mundo , y ya tengo preparado “Kafka en la Orilla”, que espero leerme durante las próximas fechas ) , me ha gustado mucho ; ambos me han gustado mucho . Así que veremos que propone y si decido repetir en el futuro . Lo que si puedo decir es que estos breves ensayos con toques literarios por lo pronto si que los recomiendo encarecidamente para hacerse con el autor , ya que se leen muy fácil, dotados de una prosa precisa y sin alardes, demostrando que es un escritor muy agradable de leer.
Aquí recoge una suerte de pequeñas memorias donde, como el mismo título dice, habla de su pasión por las carreras de fondo y su experiencia al respecto durante treinta años , desde sus entrenamientos en las calles para eliminar el estrés , a sus participaciones posteriores en maratones internacionales como la de New York, triatlones, etcétera , aderezado con otras experiencias y reflexiones sobre su vida y el paso del tiempo . Sigue la misma línea que el anterior , salvo que en aquel trataba su otra gran pasión y con la que se gana la vida muy bien , la escritura . Este me ha encantado además por un añadido . Hace dos años y medio dejé de fumar ( Murakami también dejó de fumar cuando empezó a correr ) y el año pasado comencé ( también como mucha gente por el Covid ) a correr , a hacer eso que llaman running ( odio los anglicismos ) . Al principio , durante los primeros meses, tuve distintas lesiones, algunas de ellas bastante duras, lesiones en la rodilla, tendones, femoral y talones, fue una cosa increíble, pero finalmente con el tiempo he conseguido que mis piernas aparte de fortalecerse como no recordaba , se hayan vuelto inmunes a las lesiones , por el momento al menos ( llevo tres meses sin ninguna lesión y toco madera ) . Creo que cuando corro me siento más libre de lo que me siento de casi cualquier otra manera , al menos a ratos.
Sinopsis :
En 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba y decidir que, en adelante, se dedicaría exclusivamente a escribir, Haruki Murakami comenzó también a correr. Al año siguiente correría en solitario el trayecto que separa Atenas de Maratón, su bautizo en esta carrera clásica. Ahora, ya con numerosos libros publicados con gran éxito en todo el mundo, y después de participar en muchas carreras de larga distancia en diferentes ciudades y parajes, Murakami reflexiona sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra. Mientras habla de sus duros entrenamientos diarios y su afán de superación, de su pasión por la música o de los lugares a los que viaja, va dibujándose la idea de que, para Murakami, escribir y correr se han convertido en una actitud vital. Reflexivo y divertido, filosófico y lleno de anécdotas, este volumen nos adentra plenamente en el universo de un autor que ha deslumbrado a la crítica más exigente y hechizado a miles de lectores.
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