Nada (1945), de Carmen Laforet (Barcelona, 1921-2004). 320 páginas.
Nada es un clásico, una joya de la literatura española y universal de todos los tiempos (se estudia en universidades de todo el mundo). Tras terminarla puedo decir que debe ser reinvindicada y defendida por cualquier amante de la literatura, y que no será la última novela de Laforet que lea; ya tengo por ahí La insolacion esperando.
Carmen Laforet escribió esta auténtica genialidad con sólo 23 años, lo cual es ciertamente asombroso ante la madurez y el arrollador talento literario desplegado en toda la obra. Me ha parecido una novela maravillosa, con una prosa fantástica y una historia de gran sensibilidad, escrita y ambientada además en el momento (Guerra civil española) más convulso y terrible de nuestra historia moderna. Mi profunda admiración a Carmen Laforet.
Sinopsis:
“Andrea
llega a Barcelona para estudiar Letras. Sus ilusiones chocan,
inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que
reina en casa de su abuela. Andrea relata el contraste entre este
sórdido microcosmos familiar—poblado de seres extraños y
apasionantes—y la frágil cordialidad de sus relaciones
universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena. Finalmente los
dos mundos convergen en un diálogo dramático.”
Paseos con mi madre (2011), de Javier Pérez Andújar (1965, Sant Adriá de Besós). 184 páginas.
Este ha sido todo un descubrimiento, ni conocía al autor ni desde luego sabía nada sobre esta novela. La encontré (o me encontró ella a mí) de casualidad, como se dan este tipo de cosas.
Ambos relatos, tienen un algo en común que los une, y es que están ambientadas en Barcelona. En esta ocasión, en Paseos con mi madre el autor nos lleva de la mano, pero por las afueras de la moderna capital, por las ciudades de extramuros, los enclaves de la periferia olvidada y más suburbial donde habitan la precariedad y la desesperanza. En cierta manera es un relato desgarrador, donde el protagonista principal no es el autor sino esas ciudades dormitorio y sus alrededores: Badalona, San Adriá, Santa coloma de Gramanet, el rio Besós, etcétera, (ciudades y lugares que yo conocí o transité, algunos de las cuales toco en mi novela “La sonrisa de Klara”), que nos va presentando el autor en un viaje en el tiempo por su niñez y adolescencia, homenajeando esos lugares y a sus habitantes.
Todo envuelto en un estilo lírico que me recordó en algunos destellos al Francisco Umbral de las mejores ocasiones (del que se nutre y menciona en alguna ocasión, explicitando su adoración por el escritor) , aunque más contenido.
Sinopsis
"Un vibrante retrato de la periferia de las grandes ciudades y de la búsqueda de la propia identidad.
Este libro es un emocionante homenaje a los bloques de edificios que rodean Barcelona, y a los que la ciudad ha dado la espalda. A través de un paisaje autobiográfico, pero intercambiable con el de todas las ciudades del mundo, el autor descubre escenas de sí mismo, e historias épicas y conmovedoras. Para ello recorre sus calles, la orilla del río Besòs y la playa al pie de la central térmica paseando con su madre. Le salen al encuentro los fantasmas de los antiguos amigos y vecinos, las colas del paro, el impacto de las primeras superficies comerciales, los conciertos en los campos de fútbol, las luchas vecinales y las huelgas obreras. Las conquistas y las derrotas de una generación que llegó a Barcelona venida de mil sitios. Memoria personal y crónica de urgencia con su hermosísima aleación de humor y poesía, este libro es también un ajuste de cuentas y una indagación en busca de una identidad que, al final, el autor va a descubrir en la voz de su madre."
Y entrelazándolo con mi novela, La sonrisa de Klara (Suburban Girl), comenté a primeros de año que ya la tenía finalizada. Así es, pero durante estos tres meses de 2022 estoy realizando algunos retoques, una última reescritura y correcciones de estilo. No sé como quedará, o si tendré que recurrir a un corrector de estilo profesional, o si me atreveré finalmente a echarla a andar (espero que sí, aunque no creo que salga de un círculo muy pequeño, a ver quién es el valiente que se atreve a leer cerca de 700 páginas). Creo que comenté que subiría al blog algún capítulo en Epub o Pdf, pero no veía muy claro hacerlo hasta terminarla. Probablemente lo haga, quizá esta misma semana, o a lo largo de este mes. La verdad es que hasta el momento nadie (aparte de mí, claro) ha leído ni un pasaje de la novela, y escribirla es un trabajo arduo y solitario de muchas horas.
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